lunes, 8 de febrero de 2010

VERDES CASTAÑOS

Había dos camas y un gran espacio en el medio con una ventana que dividía la habitación por la que entraba un aire limpio, sano y lleno de sonidos cálidos como los pájaros, el viento o las campanadas de la iglesia del pueblo que se veía al otro lado del embalse.

Me desperté y la vi, allí mismo, sentada en su cama peinándose su pelo gris, con el típico cepillo sencillo de púas de plástico de toda la vida. Parecía estar preparándose para algo especial, como si despertarse por la mañana un día de verano fuera algo importante. Completamente bien vestida, de negro, como siempre, su vestido y su mandil, las medias y los zapatos.

A la vez que restregaba el peine por su cabeza de poco pelo me miraba y sonreía, sus ojos verdes-castaños soltaban chispas, me sentí afortunada de tener una abuela como ella era, tan buena.

Unos tres o cuatro años más tarde, yo ya tendría doce o trece, sin pensarlo, me encontraría con la solución. Yo ya apenas me acordaba del antecedente.

Estaba ella sentada en la butaca de su habitación, cosiendo al lado de la ventana como solía hacer todas las tardes, con ese afán de crear nuevas piezas para la casa, obras de arte de ganchillo o simplemente necesidad de arreglar alguna prenda. A veces también calcetaba, a mi me intentó enseñar pero yo no tenía muchas aspiraciones ni paciencia respecto al mundo de las aguja e hilo. Era impresionante ver que control y precisión tenía y como era capaz de hacer diferentes puntos para conseguir diferentes diseños, a veces la vista se le cansaba y tenía que parar, por eso le gustaba asomarse por la ventana, respirar (un aire no tan sano como el de la aldea) y mirar para el paisaje (no tan verde).

Soy incapaz de recordar de lo que estábamos hablando, sin embargo nunca olvidaré que, desde la cama donde yo estaba sentada, me miraba con unos achinados ojos verdes-castaños llenos de chispas de colores y me sentí en ese momento la hija más afortunada del mundo.

martes, 15 de septiembre de 2009

Feliz Cumpleaños


Hoy, 16 de septiembre de 2009, hace 69 años que Delia nació. Este homenaje- blog pretende expresar y compartir sentimientos, recuerdos y sensaciones. Sobretodo que ella sigue vigente a través de las personas, que como en mi, ha dejado un legado personal e intransferible lleno de amor y enseñanzas.
Si no he hecho esto antes es porque no tenía suficiente energía para llevarlo a cabo. Este blog que para nada pretende ofender ni provocar, simplemente compartir y exaltar a la figura más representativa e influyente de mi vida y a la que más añoro.
Sé que algunos pueden pensar que los homenajes mejor en vida, una de esas personas soy yo misma, ya me gustaría haber engrandecido la figura de mi madre todo lo que se merecía y haberla cuidado y honrado mil veces más, pero no he podido en su momento, lo hago ahora en este pequeño hueco que las Nuevas Tecnologías me dejan dedicarle a la más bella y buena persona que he conocido jamás: mi madre.

"Para la madre más buena del Universo entero"
(Ana, Dedicatoria, Día de la Madre, 1991)